Hasta mi respiración guarda silencio cuando tu boca pronuncia mi nombre.
Hasta mis manos dejan de moverse nerviosas.
Hasta mis pies encuentran el rumbo que habían estado buscando, desesperados.
Hasta mis ojos, grandes, cafés, llenos de recuerdos, se quedan quietos sin saber pa´ donde voltear.
Hasta mis manos dejan de moverse nerviosas.
Hasta mis pies encuentran el rumbo que habían estado buscando, desesperados.
Hasta mis ojos, grandes, cafés, llenos de recuerdos, se quedan quietos sin saber pa´ donde voltear.
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